domingo, 10 de mayo de 2009

La crisis devuelve al directivo a clase




La crisis deja una ristra de ejecutivos en el paro en todo el mundo, el acceso al crédito se cierra, y el pánico contrae el consumo y las ventas en casi todos los sectores. Sin embargo, los masters en dirección de empresas de las grandes escuelas españolas (los MBA, según las siglas en inglés, programas de alto nivel de uno o dos años) se disparan. Es la propia debacle económica -por los despidos, en unas ocasiones, y por las escasas oportunidades de prosperar, en otras- la que devuelve a los directivos a clase.


Crece el número de antiguos ejecutivos del sector financiero en formación

Esade ha visto subir hasta un 56% las solicitudes para su MBA el próximo curso, que cuesta 56.000 euros. A IESE le han subido las instancias para el suyo (de 67.900 euros) también un 20%. Y el Instituto de Empresa Business School ha recibido entre un 25% y un 30% más de peticiones para su curso de 48.000 euros. Las plazas ofertadas se mantienen, con lo que aumenta la competencia entre candidatos, pero no el número de estudiantes. Lo que sí bajan son los programas pagados por empresas.

"Hay directivos que se han quedado sin trabajo y aprovechan para formarse y salir reforzados de la crisis, y además las ofertas laborales o las oportunidades de progresar en las empresas ahora no son tan atractivas", explica Camila de Witt, directora de admisión para el MBA de Esade, con 180 alumnos, que ha flexibilizado la duración de los programas para 12, 15 o 18 meses. De Witt constata cómo ha crecido, sobre todo, el número de candidatos procedentes de sectores muy castigados, como el financiero o la inversión.

Uno de ellos es Mirco Iwan, un ex ejecutivo alemán de 32 años que acaba de comenzar sus clases en Esade, en Barcelona. Decidió dejar Arques, su empresa de capital de inversión (private equity), en Múnich, antes de que estallase la crisis con su actual virulencia, en julio de 2007. "No lo hice directamente por la crisis, pero mi empresa ya estaba tocada, empezó a haber despidos y, además, dejó de haber operaciones de compraventa y decidí parar un año para hacer el master", explica.

"Es general en todas las crisis. Los aspirantes al master también crecieron mucho con la burbuja digital, y luego, en 2004, volvió a la normalidad. Esto también volverá a estabilizarse en unos dos años", asegura desde Barcelona el director de admisión de IESE, Javier Muñoz, quien comenzó a notar el repunte en 2008, cuando las peticiones crecieron un 40%.

IESE forma a 220 ejecutivos en el MBA con una proporción de unas 10 solicitudes por plaza. La mayor parte de alumnos de estas escuelas son extranjeros, procedentes del resto de Europa o Asia, y tienen una edad media de entre 28 y 29 años, con lo que ya tienen varios años de experiencia laboral.

Julián Trigo, director de admisión del Instituto de Empresa, situado en Madrid, con 600 alumnos de MBA, destaca el crecimiento entre el 15% y el 20% de las solicitudes de alumnos del área Asia-Pacífico, y corrobora el incremento de aspirantes procedentes del sector financiero y bancario. Trigo considera que el coste de oportunidad de aparcar la carrera dos años hoy día es mucho menor. "Algunos de los directivos pueden temer incluso que haya despidos en sus empresas, así que se ponen dos años a estudiar para ver luego cómo van las cosas".

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